Muchos pacientes siguen con síntomas tras tratar el túnel carpiano o el nervio cubital porque hay un segundo foco que nadie vio
Cada semana llegan a consulta pacientes que, tras operarse del túnel carpiano o infiltrarse el nervio cubital, siguen igual o incluso empeoran. ¿El motivo? No se trataba de una única compresión, sino de un doble atrapamiento nervioso. Es más común de lo que se cree, pero pocas veces se busca. El problema no está solo en la muñeca o el codo, sino en dos puntos diferentes del recorrido de dos nervios distintos. Si no se detecta correctamente desde el principio, los tratamientos fracasan y los síntomas se perpetúan. La clave está en identificar cada foco de forma precisa y tratarlo como parte de un todo.
¿Qué es el síndrome de doble atrapamiento?
Es una combinación de compresiones nerviosas que afectan simultáneamente al nervio mediano y al nervio cubital en diferentes localizaciones: El mediano, en el túnel carpiano o más arriba, en el codo o antebrazo (por el pronador redondo o el ligamento de Struthers); El cubital, en el codo (canal epitrocleo-olecraniano) o en la muñeca (canal de Guyon). Ambos pueden verse afectados de forma aislada… o al mismo tiempo. Y cuando esto ocurre, los síntomas se mezclan, el diagnóstico se complica y el tratamiento parcial suele fallar.
¿Qué síntomas provoca?
Los signos pueden variar según el nivel de compresión, pero hay una constante: nada encaja del todo. O los síntomas no mejoran tras una cirugía bien hecha, o aparecen molestias nuevas tras un primer tratamiento.
- Hormigueos en la mano que no respetan una distribución clara
- Dolor o electricidad en dedos y antebrazo, a veces confuso o migrante
- Pérdida de fuerza o coordinación fina
- Fatiga muscular, especialmente al usar teclado o herramientas
- Sensación de “síndrome incompleto”, con síntomas persistentes tras cirugía o infiltración
Diagnóstico: precisión o fracaso
Aquí no sirven suposiciones. Hace falta una combinación de pruebas clínicas y técnicas:
Exploración física detallada
- Test de provocación para ambos nervios
- Palpación y presión en muñeca, codo y antebrazo
- Valoración de fuerza y sensibilidad en zonas clave
Ecografía de alta resolución
- Permite ver engrosamientos, atrapamientos y cambios de calibre
- Muestra compresiones dinámicas que no aparecen en reposo
- Guía futuras infiltraciones con exactitud
Electromiografía (EMG) completa
- Estudio motor y sensitivo de mediano y cubital, desde cuello a mano
- Incluye:
- Velocidades de conducción a lo largo del codo
- Estudio del canal de Guyon y túnel carpiano
- Ondas F (para detectar lesión proximal)
- Mapeo de músculos específicos (abductor corto del pulgar, interóseos, flexores)
“Un EMG bien hecho no solo confirma el atrapamiento: detecta si hay dos focos activos y permite tratarlos con precisión”, explica el Dr. Miguel García Bellón, especialista en neurofisiología clínica y dolor crónico.
¿Con qué puede confundirse?
Distinguir el doble atrapamiento de otras patologías similares es clave para no errar el tratamiento:
Posible confusión |
Clave para distinguir |
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Radiculopatía C8-T1 | Afecta también el brazo y hombro, no solo la mano |
Síndrome del desfiladero torácico | Más frecuente en mujeres jóvenes, afecta salida del plexo |
Polineuropatía | Afecta de forma más difusa, bilateral y distal |
Lesiones por sobreuso | No presentan atrapamiento focal definido |
Tratamiento completo: paso a paso
El error más común es tratar solo uno de los puntos de compresión. Si hay doble atrapamiento, el tratamiento debe ser integral:
1. Modificación de hábitos
- Ergonomía, ajustes posturales, evitar presión sostenida
- Uso de férulas si hay compresión nocturna
2. Infiltraciones ecoguiadas
- Nervio mediano en túnel carpiano
- Nervio cubital en codo o canal de Guyon
- Con corticoide + anestésico local, o PRP/citoquinas en neuropatías crónicas
3. Tratamientos regenerativos
- PRP para reducir inflamación y regenerar nervio
- Citoquinas en casos avanzados o dolor persistente
- Neuromodulación periférica si hay dolor neuropático rebelde
4. Radiofrecuencia
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Para modular el dolor crónico si las infiltraciones no bastan
5. Cirugía selectiva
-
Solo cuando el atrapamiento está confirmado y los síntomas son severos o persistentes
El síndrome de doble atrapamiento no es una rareza: es un diagnóstico real que explica muchos fracasos terapéuticos. Cuando los síntomas no encajan, o el paciente no mejora tras una cirugía o infiltración bien realizada, hay que sospecharlo. Porque a veces el verdadero problema no está donde más duele… sino donde nadie ha mirado aún.
¿Sigues con hormigueos, dolor o debilidad en la mano a pesar del tratamiento? ¿Buscas una solución a tu dolor en Madrid o Toledo?
Escríbenos y valoraremos si puede tratarse de un doble atrapamiento nervioso. La solución empieza con un diagnóstico completo.