La neuropatía del nervio femorocutáneo posterior se confunde con ciática, pero su tratamiento es distinto
Muchas personas sufren dolor quemante en la nalga o la parte posterior del muslo sin causa clara. Lo habitual es oír que es ciática, contractura o problema lumbar. Pero en muchos casos el origen está en un nervio periférico olvidado: el femorocutáneo posterior, una rama sensitiva del plexo sacro que puede lesionarse por presión, sobrecarga o sin causa aparente. Esta neuropatía no tiene síntomas motores ni suele verse en pruebas estándar, por eso pasa desapercibida. Detectarla a tiempo evita años de tratamientos equivocados y permite resolver el dolor con técnicas precisas y mínimamente invasivas.
¿Qué es el nervio femorocutáneo posterior?
El nervio femorocutáneo posterior es una rama puramente sensitiva del plexo sacro (raíces S1-S3). Nace en la pelvis y recorre la región glútea hacia el muslo posterior, justo por el pliegue del glúteo. Su función es transmitir sensaciones táctiles y térmicas. Cuando se irrita o comprime, genera dolor localizado, sensación de ardor, descargas eléctricas o piel de “lija” en la zona glútea y posterior del muslo, sin afectar al movimiento.
¿Cómo reconocer esta neuropatía?
Los síntomas son claros… si sabes dónde mirar:
- Dolor urente o punzante en la región glútea
- Parestesias o “corrientes” en el pliegue glúteo y cara posterior del muslo
- Empeora al sentarse o por presión directa
- No hay dolor lumbar ni síntomas que bajen a la pierna o pie
- Neurológicamente el paciente está normal: sin debilidad, sin reflejos alterados
“No es una ciática, no es un pinzamiento. Es una neuropatía sensitiva que, si no se busca, se pasa por alto”, explica el Dr. Miguel García Bellón, especialista en neurofisiología clínica y dolor neuropático.
¿Por qué se lesiona este nervio?
Algunas causas comunes incluyen:
- Compresión repetida: en ciclistas, conductores o personas con ropa ajustada
- Caídas directas sobre el glúteo
- Presión mantenida en personas con poco tejido graso o que pasan mucho tiempo sentadas
- Cirugía pélvica o traumatismos en la zona
- Idiopática: sin causa clara, pero con síntomas característicos
Cómo se diagnostica correctamente
El diagnóstico se basa en experiencia clínica y uso de herramientas especializadas:
Exploración física
- Dolor al presionar sobre el trayecto nervioso
- Ausencia de signos motores o reflejos alterados
- Posible signo de Tinel en el pliegue glúteo
Ecografía musculoesquelética
- Visualiza el trayecto del nervio
- Detecta alteraciones en el tejido circundante
- Guía infiltraciones de forma segura
Neurofisiología avanzada
- Técnicamente compleja, pero posible en manos expertas
- Valora conducción sensitiva del nervio
- Ayuda en el diagnóstico diferencial con radiculopatía o síndrome piramidal
¿Con qué puede confundirse?
Distinguir esta neuropatía de otros cuadros similares es clave:
Diagnóstico frecuente |
Diferencia principal |
---|---|
Radiculopatía S1 | Dolor lumbar y reflejos alterados |
Síndrome piramidal | Dolor profundo y con componente motor |
Neuralgia cluneal | Dolor más superficial, en sacro o cresta ilíaca |
Bursitis isquiática | Dolor mecánico, sin alteraciones sensitivas |
Tratamiento efectivo, paso a paso
En fases iniciales
- Evitar presión directa (cojines, posturas)
- Fármacos neuromoduladores (pregabalina, amitriptilina, duloxetina)
- Fisioterapia de descarga glútea
Técnicas intervencionistas
- Infiltración ecoguiada del nervio: anestésico local + corticoide
- PRP o citoquinas, si hay componente inflamatorio persistente
- Radiofrecuencia para modular o desactivar el nervio si el dolor es resistente
Casos extremos
- Neurectomía o neurolisis quirúrgica, rara vez necesaria, en casos crónicos y severos
La neuropatía del nervio femorocutáneo posterior es una realidad clínica que muchos pasan por alto. No es una ciática ni una simple contractura. Es una causa específica de dolor glúteo y muslo posterior que puede tratarse con éxito si se reconoce a tiempo. Con técnicas como la ecografía, el estudio neurofisiológico y las infiltraciones dirigidas, el alivio es posible. Y lo más importante: sin necesidad de tratamientos agresivos o prolongados.
¿Notas ardor o dolor en el glúteo que no mejora? ¿Te han dicho que es ciática pero nada funciona? ¿Buscas una solución al dolor de glúteo en Madrid o Toledo?
Escríbenos y te ayudamos a descubrir si puede tratarse de esta neuropatía olvidada.