Electroencefalograma: clave en la detección de trastornos neurológicos
El electroencefalograma (EEG) es un examen clínico que captura la actividad eléctrica de la corteza cerebral a través de electrodos colocados en el cuero cabelludo, generalmente incrustados en un casquete especial para su correcta ubicación.
Este examen es particularmente útil para identificar afecciones como:
- Epilepsia
- Deterioro cognitivo
- Anomalías en la vascularización cerebral
- Cambios en la corteza cerebral debido a problemas renales y/o hepáticos
- Muerte cerebral
- Crisis epilépticas persistentes
Relevancia del EEG en el diagnóstico de la epilepsia
- El EEG es crucial para monitorear a los pacientes con epilepsia, ya que permite observar anomalías que podrían provocar más convulsiones si se interrumpe el tratamiento antiepiléptico. Por lo tanto, se realiza un EEG antes de considerar la suspensión de los medicamentos, y si los resultados son normales, el tratamiento puede detenerse con mayor confianza.
- En casos de deterioro cognitivo, cambios significativos en los ritmos cerebrales pueden indicar un pronóstico desfavorable o una progresión acelerada de la demencia.
¿Cómo se realiza un EEG?
El procedimiento implica la colocación de un casquete con electrodos sobre el cuero cabelludo del paciente, donde se aplica un gel conductivo para mejorar la captura de la actividad cerebral. Las sesiones típicas duran de 20 a 25 minutos, requiriendo un ambiente tranquilo y oscuro. Durante el examen, se solicita al paciente realizar acciones como abrir y cerrar los ojos, respirar profundamente por un minuto, y se exponen a luces parpadeantes para evaluar la respuesta cerebral a estos estímulos.
Preparación para el EEG
Los pacientes deben llegar con el cabello limpio y seco. En algunos casos, se les puede pedir que eviten dormir antes del examen para mejorar la detección de fenómenos epilépticos. No es necesario ayunar antes de la prueba.
Interpretación de resultados
Los resultados se consideran normales si no se observan descargas epilépticas y los ritmos cerebrales son adecuados para la edad del paciente, sin evidencia de enlentecimiento. Es importante que la respuesta vascular cerebral durante la hiperventilación sea normal. Los patrones varían con la edad, consolidándose en patrones adultos alrededor de los 8 a 10 años, mientras que, en la vejez, un enlentecimiento de los ritmos cerebrales puede ser normal.
Indicaciones para realizar un EEG
Generalmente, neurólogos, neurofisiólogos, psiquiatras y pediatras pueden solicitar este estudio. En niños con epilepsia, se recomienda realizar un EEG cada seis meses o anualmente para verificar la actividad cerebral y prevenir futuras convulsiones. En casos de deterioro cognitivo, la frecuencia es similar para monitorear la progresión de la enfermedad. En pacientes estables sin crisis epilépticas recientes, los EEG pueden espaciarse más o incluso no ser necesarios.
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